Desde el primer minuto, el ambiente en el estadio fue eléctrico. Las barras, fieles a su estilo, no dejaron de alentar, creando una atmósfera que trascendió más allá del partido. Con cánticos, banderas y tambores, las gradas se convirtieron en el corazón palpitante del encuentro, impulsando al equipo y contagiando de emoción a todos los presentes.

Los grupos organizados del Marathón, Real España y Olimpia firmaron un acuerdo de paz con el fin de crear una atmósfera totalmente deportiva y colorida en cada estadio. El Francisco Morazán ha sido testigo del color y aliento de cada aficionado. Ayer, la Furia Verde y Ultra Fiel brindaron una fiesta desde el sector de Sol Este y Sur.

Uno de los objetivos de este trato es que las familias puedan regresar a cada cancha a ver al equipo de sus amores. El fútbol es el deporte más visto y apoyado en Honduras, y por diversos problemas entre barras, los expectantes habían dejado de asistir a la cancha. Todos los sectores pueden disfrutar entre rivales, ya que, se ha hecho conciencia en el comportamiento que cada uno debe de tener.

Fiesta en las tribunas

Verdes y blancos alentaron durante los 90 minutos con sus distintivos cánticos como ser: »Y dale alegría monstruo a mi corazón. Lo único que te pido ganemos hoy», »Vamos leones, hoy te he venido a ver, a ver, a ver, a ver». Desde el más pequeño al más grande ha logrado corear, saltar, reír y vivir lo que se llama »la pasión popular». Poco a poco todos los hondureños podrán sentirse confiados en cada terreno de juego del país.

Mucha gente piensa que el fútbol es un juego de vida o muerte, pero es mucho más importante que eso. -Bill Shankly

Al final, el resultado en cero fue solo una parte de la historia. Lo que realmente quedará en la memoria de quienes asistieron será el espectáculo en las gradas. Cada sector del estadio se pintó de diferentes colores, un reflejo de la pasión y el compromiso de las barras. El sonido de los cánticos aún retumbaba en el aire cuando los jugadores dejaron el campo, pero fue el colorido y la entrega de la afición lo que convirtió este partido en una verdadera fiesta del fútbol.