El CDS Vida está pasando el momento más delicado de los últimos años, a tal punto que parece que el descenso, a 14 fechas de que termine el torneo y aún con una ventaja de 2 puntos sobre el último puesto de la tabla general, parece un hecho. La salvación se ve lejana.
El problema no sólo es futbolístico, es a nivel institucional. A jugadores y cuerpo técnico se les puede achacar perder 7-0, cometer fallos durante los partidos que cuesten puntos, pero jamás su profesionalismo, ahí ya hay que apuntar a las altas esferas del club. Desde hace meses no reciben sus pagos al día y aún así se presentan a entrenar, a jugar para buscar cambiar la situación deportiva, aunque no les ajuste.
El equipo inició tarde la pretemporada, no tiene refuerzos y se han empeñado en darle la responsabilidad de cargar con una institución histórica a un grupo de jóvenes con poca experiencia.
Al conjunto cocotero le quedan 14 finales, podría ser el último torneo que lo veamos en Primera División si no hay una reacción de sus dirigentes.
Si realmente quieren que se salve tengan a los jugadores contentos, paguen las deudas pendientes, NO ABANDONEN al equipo.
Si el CDS Vida se manejara como una empresa de verdad sería uno de los equipos más ricos del país, de eso no me cabe duda.
Un equipo con tanta historia y que es tan querido no merece pasar lo que está pasando.
Facebook Comments