Estados Unidos derrotó a México en la final de la Liga de Naciones con goles de Tyler Adams y Gio Reyna, marcando un hito en su rivalidad en la CONCACAF.
Estados Unidos demostró una vez más su hegemonía en la CONCACAF al conquistar su tercer título consecutivo de la Liga de Naciones, superando a México 2-0 en el AT&T Stadium. Este triunfo reafirma su dominio indiscutible en el torneo regional.
La escuadra de las barras y las estrellas no mostró compasión en su enfrentamiento contra el equipo dirigido por Jaime Lozano, desplegando una superioridad abrumadora en el campo. El conjunto de Lozano, por su parte, ofreció una de sus actuaciones más deslucidas en términos de productividad ofensiva, luchando sin éxito por penetrar la sólida defensa estadounidense y dejando mucho que desear en su capacidad de crear oportunidades claras de gol.
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